No es Sofía Herrera. Una vez más, la incansable búsqueda de una familia y miles de colaboradores silenciosos llega a un callejón sin salida.
No es Sofía. La joven sanjuanina que tanto interés había generado en Tierra del Fuego y que había llenado de expectativas a los padres de la niña desaparecida en septiembre de 2008 no es nuestra Sofi.
El sábado 24 de septiembre de 2022 la noticia interrumpió la siesta y se esparció rápidamente por los medios de todo el país. Faltaban cuatro días para que se cumplieran 14 años de la desaparición de Sofía Herrera y su mamá, María Elena Delgado, decía algo que pocas veces se le había escuchado decir.
“La veo recontra parecida a mi hija”, repetía, en referencia a una adolescente de San Juan de 17 años, la misma edad que tendría en ese entonces Sofía, “que en diciembre cumple los 18″.
Así como muchas de las pistas que le llegaron a lo largo de estos 14 años fueron fáciles de descartar (alguien que no se parecía a Sofía o tenía claramente otra edad), esta vez había variables diferentes.
No sólo coincidía la edad (las dos tienen 17 años, aunque están anotadas con 4 meses de diferencia) sino que se parecía mucho físicamente. Además, se trataba de una adolescente adoptada.
Comenzó entonces una pelea judicial para intentar saber a ciencia cierta si había algún grado de parentesco, pero la prueba de ADN llegó y todo volvió a ser incertidumbre y desazón.
“El resultado del ADN dio negativo”, confirmó María Elena en un corto mensaje publicado en redes al que, como de costumbre, no faltó el optimismo: “Te seguimos buscando Sofi”.
