Los trabajadores de la firma textil Blanco Nieve llegaron a su puesto de trabajo como todos los días, pero se encontraron con la planta cerrada, algo que pareciera se volvió “normal” en estos tiempos.
Cabe recordar que la firma ya venía atravesando serios conflictos este año y sus trabajadores no tuvieron más remedio que organizarse y vender las sábanas que ellos mismos producían en la planta para poder cobrar sus salarios ya que Diego Russo, dueño de la empresa, no se hizo cargo e incumplió con lo acordado en el Ministerio de Trabajo de la Provincia.
Hace menos de una semana atrás, la secretaria gremial del Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), Marcela Cárdenas, había dialogado con FM Origen 99.1 donde comentó que “se bajaron los precios porque todavía no podemos cobrar nuestros sueldos del mes de septiembre. Queremos que la comunidad sepa que el dueño no puso un centavo en todo este tiempo y todo ha sido gracias a pulmón y esfuerzo de los mismos trabajadores a través de la venta directa para hacernos de los sueldos del mes de septiembre que todavía estando a esta fecha, no se terminan de abonar”.
La situación terminó de empeorar cuando la empresa, sin notificar a su personal, bajó la persiana y cerró sus puertas.
“Nos presentamos a trabajar y la puerta estaba cerrada. Llamé al responsable de Recursos Humanos, Carlos Valdez, y me dijo que la empresa no abría más sus puertas. Me cortó el teléfono, sin dar más explicaciones”, expresó Cárdenas.
“Todavía no cobramos septiembre y ya cerró octubre. Vamos a seguir vendiendo los productos que hicimos con nuestro esfuerzo. Vamos a permanecer en la planta para resguardar los bienes, porque sabemos cómo terminan estas historias: los dueños desaparecen y el trabajador se queda con las manos vacías”, sostuvo la dirigente.
Según precisó, en la planta trabajaban 32 operarios y tres administrativos, la mayoría con más de 20 años de antigüedad. “Hay compañeras jefas de hogar que mantienen hijos y nietos. Es muy doloroso. Entregamos toda una vida a esta fábrica”, dijo la delegada.
“No le vamos a regalar nuestros años de servicio a nadie. Vamos a pelear con la frente en alto y la dignidad intacta”, concluyó Cárdenas.





