Se trata de Ornella Calvete, crítica del subrégimen industrial fueguino desde la CAAE, tras verse involucrada en la causa que salpica al Ministerio de Economía, a la Agencia Nacional de Discapacidad y principalmente a Karina Milei y Martín Menem.
La onda expansiva de la causa por presuntos sobornos y sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) llegó indirectamente a Tierra del Fuego. En las últimas horas, presentó su renuncia la Ing. Ornella Calvete, quien se desempeñaba como directora Nacional de Desarrollo Regional y Sectorial del Ministerio de Economía, y en simultáneo, como representante del Gobierno Nacional ante la Comisión del Área Aduanera Especial (CAAE) y se había posicionado como una de las voces más críticas del régimen industrial fueguino.
Su salida se precipitó tras la aparición de su nombre y comunicaciones con su padre, Miguel Ángel Calvete —señalado como operador central de la trama de las presuntas coimas en ANDIS—, en el expediente judicial.

Vale recordar que Ornella Calvete también formó parte de la ex gestión del presidente Mauricio Macri, siendo responsable del programa de cursos de consumo sostenible de la Escuela Argentina de Educación en Consumo, dependiente de la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor.
El principal vínculo político de la ahora exfuncionaria nacional con la provincia radicaba precisamente en esa mesa chica de decisión de la CAAE. Desde su designación, formalizada a principios de año, su postura generó tensión constante con los representantes del Poder Ejecutivo provincial y de los sindicatos fueguinos.

Su visión, alineada con la intención de la Casa Rosada de revisar los “costos” del esquema promocional, la ubicó en el centro del debate sobre el futuro del empleo y la producción fueguina. Para el sector industrial local, la representante de Nación no era solo una burócrata más, sino el reflejo de la amenaza de desmantelamiento del régimen.
La renuncia de Calvete no solo la desliga de su cargo en el Ministerio de Economía, sino que deja a la administración nacional sin una representación formal en la CAAE.
Lo cierto es que para los investigadores, esa trama familiar y funcional reforzó la hipótesis de que Miguel Ángel Calvete actuaba como un operador externo con llegada directa al organismo conducido por Diego Spagnuolo.
El episodio más determinante ocurrió el 9 de octubre, cuando un operativo judicial en el domicilio de la funcionaria terminó con el secuestro de u$s700.000 cuyo origen no pudo justificar.
De acuerdo con la causa, la directora intentó incluso elaborar una explicación alternativa sobre el dinero antes de que los agentes ingresaran a su vivienda.
Ese hallazgo se convirtió en el indicio más fuerte en su contra y aceleró su salida. Hasta ese momento, la funcionaria se mantenía en uno de los organismos clave para el control y el funcionamiento de la industria fueguina.





