Luego de que este domingo se realizara la última misa de los novendiales, el Vaticano confirmó que los 133 cardenales que votarán para elegir al sucesor de Francisco ya se encuentran en Roma.
De esta manera, la Santa Sede ya tiene todo listo para el inicio del Cónclave, el miércoles 7 de mayo, donde se elegirá al nuevo Sumo Pontífice.
Un total de 133 cardenales, de diversas partes del mundo, órdenes religiosas y tendencias ideológicas, son los miembros del selecto grupo que designará al nuevo obispo.
El viernes pasado, bomberos instalaron en el techo de la Capilla Sixtina la chimenea de la que saldrá el humo, llamado “fumata”, que anuncia el resultad esperado por 1.400 millones de fieles: negro si no hay consenso, blanco si ya eligieron al sucesor. Para que salga blanco, un cardenal necesitará los votos de 89 de los 133 presentes en la reunión que celebra el Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica.
Los cardenales parece que tienen intención de elegir al papa en menos de tres días. Este miércoles 7 de mayo, a las 10 de la mañana del Vaticano (5 de Argentina), los cardenales electores participarán de la misa votiva pre-cónclave Pro Eligendo Romano Pontifice, en la que pedirán la guía del Espíritu Santo. Por la tarde, se dirigirán a la Capilla Paulina para rezar las Letanías de los Santos, antes de ir a la Capilla Sixtina para prestar juramento, comprometiéndose a cumplir el el Munus Petrinum como Pastor de la Iglesia Universal, si son elegidos. Con ese juramento se comprometerán, además, a no brindar detalles de lo que suceda durante la elección.
“La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis prescribe que se deben realizar dos votaciones cada día, además de una votación la tarde en que comienza el cónclave. Para que sea válida la elección debe contar con dos tercios de los votos. El artículo 74 prevé que, si después de 24 escrutinios los Cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el Cardenal elegido, podrán decidir por mayoría absoluta el modo de proceder, pero nunca se deberá prescindir del requisito de exigir mayoría simple para que sea válida la elección”, explica la ACI Prensa.
Existen dos estufas de hierro que se utilizan para quemar las papeletas mezcladas con algunos químicos luego de cada votación. Finalmente, si el humo es de color blanco, habrá nuevo Papa. El elegido debe aceptar el cargo y determinar un nombre por el cual quiere ser conocido.
Entonces, el protodiácono anuncia desde el balcón central de la basílica de San Pedro la elección diciendo “Habemus Papam”. Por último, el Papa electo sale a dar un discurso y una bendición especial a los fieles.
Fuente: El Destape