La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) se declaró en estado de Alerta y Movilización en todo el país “producto de la negativa de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) de llegar a un acuerdo de recomposición salarial que contemple los índices inflacionarios y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios producida en los últimos meses”.
Así lo comunicó el gremio que lidera Gerardo Martínez que desde hace semanas negocia de forma privada para tratar de esquivar “el cepo paritario” impuesto por el Gobierno Nacional y que mantiene pisadas las recomposiciones.
“La medida dispuesta por nuestra organización sindical abarca a todos los sectores y ámbitos de actuación incluidos en la industria de la construcción, entra en vigencia de manera inmediata a partir del 27 de mayo del corriente”, señalaron.
La seccional Tierra del Fuego, a cargo del secretario General Julio Ramírez, también adherirá a la medida, por lo cual podría verse afectada la actividad en nuestra provincia.
Según advirtió Ramírez en los primeros meses del año, el sector de la construcción tenía en ese momento más del 80% de trabajadores desocupados y en gran parte se debe a la paralización de la obra pública que se dio desde la llegada de Javier Milei a la presidencia.
“Seguimos como siempre, con mucha desocupación, por lo menos llegaron dos empresas que están trabajando en el campo, pero con el mínimo de gente. Tomaron 20 compañeros más o menos, pero eso no ayuda a nadie, sigue todo igual”, afirmaba entonces el sindicalista en declaraciones que fueron compartidas por el Diario Provincia 23.
Después, indicaba que “acá las obras públicas están paradas totalmente, la verdad que es un desastre todo”. Ramírez aseguraba que la responsabilidad viene “a nivel nacional, por eso no se está haciendo nada acá en la provincia, no se está moviendo nada, el municipio hace lo que puede acá en Río Grande, y el Gobierno Provincial no puede empezar una obra. No sé, o no hay plata, la verdad que está todo parado, nadie hace nada, ninguno se preocupa por nada”, afirmó en el mes de febrero.
“Los compañeros están cortando el pasto, tratando de hacer algo. Nadie se preocupa, la mayoría acá en la provincia confiaba en este Gobierno Nacional, y bueno ahí está como nos pagaron”.
De hecho fue el propio presidente de la Cámara de la Construcción de Tierra del Fuego, Daniel Wallner, quien un balance de la situación al programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia de la temporada que ya finaliza y dijo que “fue como se había anticipado, con un ritmo muy tranquilo con respecto a las viviendas del IPV, que fue en lo único que se pudo trabajar. Se retomaron las obras entre septiembre y octubre y se trabajó en función de la disponibilidad presupuestaria del IPV”.
“Eso es lo que estuvimos haciendo toda la temporada, trabajando a un ritmo que no es el deseado, pero por lo menos hemos tenido algo de gente en las obras. Ya estamos terminando los trabajos que se podían hacer y ya estamos en el invierno, así que el ritmo va a bajar. No sabemos cómo vamos a seguir la temporada que viene y hay una total incertidumbre”, señaló.
A partir del corte del envío de fondos nacionales, el Ing. Wallner relató que “el IPV se hizo cargo de la plata que prometió nación por los certificados que se debían. Los pagó el IPV con los pocos fondos que tiene disponibles. Se pagó con cierta demora, pero se pagó. Los certificados que nosotros acordamos trabajar desde octubre a la fecha se vinieron pagando regularmente de acuerdo a lo que está en el contrato”.
“Además se acordó trabajar de acuerdo a la disponibilidad financiera del IPV y no se podía hacer más. De octubre en adelante el IPV cumplió con los pagos. Igual hay deudas pendientes, que son los intereses por todos los pagos atrasados del año 2023 y 2024. Eso todavía está en negociaciones”, manifestó.
Respecto de la próxima temporada, indicó que “las perspectivas para adelante es que no va a haber más obra pública. La obra pública que necesite hacerse en la provincia y en los municipios va a ser exclusivamente con los fondos propios que puedan disponer cada uno de ellos. El municipio de Río Grande está haciendo pavimento y algunas pequeñas obras con fondos propios y así va a tener que ser para adelante, porque desde nación no va a haber ningún envío de dinero para otras obras. Lo mismo pasa con el municipio de Ushuaia y con la provincia”.
“Cada uno tiene que resolver sus propios problemas, primero los sueldos y después otros gastos. El panorama para el año que viene es totalmente negativo, porque no hay ningún indicio que diga que va a ser mejor ni que vaya a haber algún cambio”, sentenció.
Wallner dio cuenta de las dificultades de las empresas para sostener su estructura y algunas están muy complicadas. “Nosotros tenemos veinte empresas asociadas a la cámara y en Ushuaia tenemos obra privada. Las empresas de Río Grande que hacemos obra pública hemos desarrollado una estructura a lo largo de 30 ó 40 años que nos permite hacer obras públicas de gran envergadura. Cuando se corta eso, es como que nos sobra estructura, y hay que ajustarse para poder pasar los años que se vienen adelante. La obra privada no alcanza para todos, pero en Ushuaia sí y la situación es distinta, porque hay mucha obra privada con el tema del turismo que puede mantener a las empresas en actividad de mejor manera”, comparó.
“Seguramente peligra la continuidad de algunas empresas y tenemos dentro de la cámara varias empresas que están en situación complicada y están haciendo un gran esfuerzo para poder mantener su estructura. Con el tema de las maquinarias no hay problema, porque se guardan en un galpón, pero el problema es la mano de obra, la estructura administrativa, los técnicos, los mecánicos, y el que menos tiene son 20 años en la empresa. Esto es lo que uno está tratando de mantener ahora, porque el capital humano es lo más importante que tenemos en las empresas”, subrayó.