En un desenlace que revirtió las expectativas iniciales y generó un profundo movimiento en el tablero político, el proyecto que busca modificar la Ley de Acuicultura N° 1355, impulsado por el Gobierno provincial (FORJA) y con el respaldo de La Libertad Avanza (LLA), fue finalmente aprobado en la Cuarta Sesión Ordinaria de la Legislatura de Tierra del Fuego.
El resultado de 8 votos a favor contra 7 en contra no solo sella la luz verde para la producción de salmones bajo un nuevo marco regulatorio, sino que consolida la ruptura política entre el gobernador Gustavo Melella (FORJA) y el intendente de Ushuaia Walter Vuoto (PJ), reflejada en la disidencia interna de sus respectivos bloques.
La victoria del oficialismo se logró por la mínima diferencia, con una alianza que se consolidó en el recinto, a pesar de los quiebres internos.
Cabe recordar que al obtener dictamen en la escandalosa comisión de Recursos Naturales que tuvo lugar en Río Grande, el proyecto necesitaba ocho votos que llegaron a través del bloque de FORJA (aunque en disidencia) con el acompañamiento de los legisladores Federico Greve y Myriam Martínez; también dio su apoyo el bloque de la Libertad Avanza con Natalia Gracianía y del reciente asumido Luciano Selzer, y Gisela Dos Santos de Sumemos Tolhuin.
El PJ también votó dividido y solo acompañaron Tomás García y Juan Carlos Pino ya que la legisladora Victoria Vuoto rechazó la iniciativa, ratificando el quiebre de la alianza con el gobernador. Y, quizás, el voto que fue clave en la decisión final, llegó para muchos sorpresivamente de la mano de Matías Lapadula de Provincia Grande, el espacio que lidera el intendente de Río Grande, Martín Perez.
En contra votaron los mencionados legisladores Federico Sciurano y Victoria Vuoto, como así también los parlamentarios de Somos Fueguinos, Raúl Von der Thusen y Jorge Lechman; Laura Colazo del Partido Verde y Damián Löffler y Pablo Villegas del Movimiento Popular Fueguino.








