El licenciado Emiliano Arona, biólogo del CONICET, difundió una nueva publicación cuyo contenido pone de relieve la grave situación que atraviesan las tres ciudades de la provincia por la enorme cantidad de perros sueltos que se encuentran sin control.
Ya en enero de este año, a través de su cuenta de Instagram, el Lic. Arona había advertida que aquella publicación “es algo diferente a lo que están acostumbrados a ver en mi cuenta, pero creo que es importante difundir. Una preocupante problemática en la que estoy trabajando y que crece cada día en Tierra del Fuego. Durante miles de años, la relación perro-humano se fue fortaleciendo a tal punto que hoy nos cuesta creer que un perro es capaz de poner en riesgo la salud pública o incluso extinguir especies”.
Sin embargo, sostuvo que “estos perros matan numerosos animales en un mismo ataque, pero no con el objetivo de alimentarse. Sólo persiguen y matan a todo lo que huye. Algunos animales no mueren durante el ataque pero quedan malheridos, mutilados o expuestos a carroñeros. También son portadores de muchísimas enfermedades transmisibles tanto a los humanos como a la fauna silvestre”.
El especialista indicó que “la situación es crítica. Sin medidas efectivas y sin un cambio real en la sociedad estaremos condenando a la seguridad, la salud pública, la fauna nativa y la producción ganadera a impactos irreversibles. Nuestras mascotas no deben estar sueltas, sin esterilizar y sin nuestra supervisión”.
Durante fines de agosto, el investigador volvió a compartir un posteo sobre esta problemática y expresó: “Cada vez que voy al campo vuelvo bastante desilusionado por la gravísima situación que se está viviendo en esta provincia. Las imágenes que comparto muestran una realidad que muchas veces pasa desapercibida, pero que sigue avanzando”.
“Cada día, decenas de animales son acosados, mordidos, mutilados o asesinados por los perros. Los principales afectados son los guanacos y las ovejas, aunque tampoco se salvan las aves, los zorros y el ganado bovino. Las jaurías son cada vez más grandes. Con nuestras cámaras trampa hemos registrado grupos de hasta 15 perros y numerosos ataques, muchos de los cuales terminaron con la muerte de la víctima”, describió.
Arona recordó que “los perros no atacan necesariamente para alimentarse, sino que persiguen y muerden hasta el agotamiento. Esta conducta de “juego” un poco perverso, provoca escenas donde numerosos animales quedan gravemente heridos o muertos en el ataque, y su carne no es consumida por ellos sino por las aves carroñeras”.
La publicación concluye con un preocupante dato. “Esta problemática tuvo su origen en las ciudades. Se estima que en Tierra del Fuego hay alrededor de 25.000 perros sueltos en las ciudades. Nosotros somos los causantes de este problema y los responsables de solucionarlo. La tenencia responsable de mascotas es esencial para proteger a la fauna silvestre, la salud pública y la producción ganadera”.