“Si no estuvieran buenas las relaciones, yo no hubiera estado en la Misión Salesiana, con Martín y Daniel y no hubiera estado hoy con Walter, así que eso es bueno, porque la política tiene que estar al servicio y no en la discusión, en las peleas”.
Así explicó el gobernador Gustavo Melella lo que a muchos sorprendió: su reaparición en actos con los intendentes de Tierra del Fuego, en un raid de apenas días.
En primer término fue junto a Martín Perez y Daniel Harrington en Río Grande, más precisamente en la Misión Salesiana, donde se realizó el fin de semana pasado la Expo Agroproductiva.

Para recordar un encuentro entre Melella y Perez había que remontarse al mes de diciembre pasado, con motivo de las juras. Entre esa fecha y hoy pasó de todo: acusaciones cruzadas, guerra fría por la reforma constitucional y esta suerte de tregua ante los embates de un Gobierno Nacional que promueve lo de la unidad por el espanto.
Sin embargo, el encuentro en la Misión tuvo una característica: el trato con los intendentes se centró en lo institucional y no pasó más allá del diálogo que suele caracterizar a los mandatarios.
Distinta fue la situación ayer en Ushuaia, donde entre risas y abrazos Melella y Vuoto parecen haber dejado atrás cualquier tipo de disputa que pudo alejarlos y que llegó a sembrar una crisis institucional cuando abiertamente el Intendente de la capital acusó al Gobierno de espiarlo.